sábado, 17 de noviembre de 2012

Mont Blanc

El Mont Blanc es la montaña culminante de los Alpes, con una altura de 4.810 m. representa un totem para el Alpinismo europeo y mundial atrayendo miles de alpinistas al año. Es más que una cima, es el sueño de muchos alpinistas, la bonita historia de nuestra pasión se ha escrito en estas pendientes desde que lo subieron por primera vez Jacques Balmat y M. Gabriel Paccard en el año en en el 1786.


Con una altura de 4.810 m. es evidente qué esta cima es un asunto de alpinistas, pues requiere cierta preparación y conocimiento del medio donde nos movemos, no se puede confundir dificultad con peligro. Las vías más frecuentadas al Mont Blanc no son de nivel técnico muy elevado pero en cambio presentan todos los peligros propios de la alta montaña: aludes por placa de nieve y serat inestables, grietas, cornisas y aristas afiladas, altitud y cambios meteorológicos que pueden dar lugar a la pedida del itinerario o a caídas por falta de visibilidad por pendientes inclinadas, de cualquier forma con la preparación adecuada o acompañados con alguien con experiencia, merece la pena intentarlo.


¿Quien podía pensar que el destino me traería otra vez a los Alpes? y además con mi buen amigo Alfredo, con el que estuve mi primera vez aquí hace ya mucho tiempo...¡que regalo!.
Bueno, la idea era subir al Mont blanc, Alfredo ya lo había subido dos veces por la vía del Gouter, su hijo Fredi debutaba cómo alpinista y para mi era un sueño que tenía aparcado hacía mucho tiempo. la pregunta era por donde íbamos a subir, solo teníamos una semana por lo que el factor suerte se tenía que poner de nuestro lado.






Las rutas que barajamos fueron las siguientes: 1ª. La vía de Gouter la desechamos por las aglomeraciones que últimamente tiene   2ª. El espolón de la Brenva podía ser una opción, pero nos informaron gente competente, que las vías situadas en la cara sur del Mont Blanc por el calentamiento atmosférico de los últimos años, podían ser apuestas más arriesgadas de lo normal y no eran recomendables; las otras dos opciones eran  la Grands Mulents o la de los tres Montes o Travesía de los cuatro miles. Al final nos decidimos por esta última.


La travesía de los Tres montes o de los Cuatro miles es un itinerario glaciar muy elegante que parte del refugio de los Cósmicos a 3.700 m.














La ruta comienza subiendo al hombro del Mont Blanc de Tacul 4.248 m, este tramo es un tramo peligroso por la cantidad de serat y palas de nieve inestables que existen en él, después seguirá otra zona delicada que son las laderas del Mont Maudit, también con pendientes de nieve dudosas y serats sobre nuestras cabezas amenazando caerse por lo que conviene darse prisa en estas zonas. 




Luego tenemos una pala de hielo de 50º que sube al collado del Mont Maudit, esta es la zona más técnica de la ruta y llegados a este punto descendemos hacia el Col de la Brenva 4303 m, un maravilloso lugar donde uno siente realmente lo grandiosos del lugar donde está. Luego una pendiente inclinada llamada el Mur de la Cote desde donde nos parece falte poco para la cima del Mont Blanc.












Pero no...es un espejismo, la cima no te la regalan, todavía quedan unas pendientes interminables para llegar a ella y por fin la ansiada cumbre. El momento y la visión fue inolvidable.



Y después la bajada, que nosotros hicimos por la ruta del Gouter, pasamos la noche en el refugio, vamos por decir algo porque nos toco dormir en el suelo del salón debajo de una mesa...y  a la mañana siguiente tempranito hicimos el resto de bajada que nos faltaba hacia la estación de Tren de Nid D´Aigle y después un  trayecto en telesférico hacia el ansiado Valle de Chamonix.













Fin del sueño y otra bonita historia en el recuerdo.